Colocar tarima flotante en nuestra vivienda es algo completamente habitual hoy en día, ya que es uno de los suelos más utilizados en la actualidad. Su instalación es medianamente sencilla y el resultado es muy vistoso, por lo que es el preferido de muchos. Hoy queremos enseñarte algunos trucos y ventajas que te encantarán.
En Sancás apostamos siempre por materiales de máxima calidad, lo que supone una enorme diferencia a la hora de ver el resultado final. Pero antes de entrar a ver estos consejos, vamos a contarte un poco más sobre este material y por qué es tan demandado actualmente.
La tarima flotante es un pavimento que se instala sobre una base de FOAM, colocado entre el propio suelo y las láminas de la tarima. De ahí el nombre de flotante, ya que la sensación es mucho más liviana que en el parqué.
Además, frente a la complicada instalación de este último, la tarima flotante puede colocarse de manera muy sencilla. Sin ningún tipo de obra, y con las lamas engarzadas entre sí, tendremos un suelo perfecto para nuestro hogar.
Una de las ventajas principales de la tarima flotante radica en el precio, ya que es mucho más barato que instalar parqué u otros materiales diferentes. De hecho, al hacerlo tú mismo puedes ahorrar mano de obra, ya que tampoco necesitarás herramientas especializadas.
Por otro lado, puedes instalarlo sin problemas sobre un subsuelo de hormigón. Además, gracias a la manera de colocarlo, nuestra tarima flotante se adaptará a las condiciones de temperatura y humedad de la habitación. Esto significa que, aunque cambie un poco su estado en invierno y en verano, siempre estará fija y no tendrás ningún problema.
Lo mejor de la tarima flotante es que podrás colocarla por ti mismo. En menos de lo que te imaginas, y sin necesidad de saber mucho sobre el tema, tendrás listo tu nuevo suelo con un poco de ayuda.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que la tarima flotante debe fijarse al suelo, por lo que debes decidir cómo. Lo habitual es utilizar clavos, adhesivos o clips. Esta última opción es posiblemente la más cómoda, ya que quedará bien sujeto y, además, luego te permitirá desmontarlo todo sin problemas ni daños.
Vamos ahora con los pasos más importantes a seguir:
Lo primero que podemos decirte aquí es que utilices el calzado adecuado para esta superficie. Lo ideal es no cruzar por la tarima flotante con los zapatos de la calle, ya que tienen suciedad y, en muchos casos, pequeñas piedras que pueden dañar nuestro suelo. Tampoco es recomendable andar con los pies desnudos, ya que puedes dejar macas de sudor o grasa corporal con el tiempo.
A la hora de limpiar, nada de productos abrasivos o químicos, que dañarán la tarima flotante y eliminarán su color. Al pasar la escoba y la aspiradora, presta atención a no arrastrar elementos punzantes dejar marcas sobre las lamas.
Por último, para pasar la fregona solo necesitarás un poco de agua, con un chorrito de vinagre si quieres desinfectar y aportar algo de brillo. Recuerda hacerlo con la fregona bien escurrida, para que no le afecte la humedad, incluso puedes pasar después un trapo o una fregona seca para eliminar cualquier rastro de agua de tu tarima flotante.
Solicite CITA PREVIA Descartar