Cómo cuidar la tarima exterior para que se conserve como el primer día

Suelo laminado FINfloor, descubre el suelo de madera de última generación
24 noviembre, 2020
5 accesorios imprescindibles de Puertas Sancás para tus puertas de madera
18 diciembre, 2020

La tarima exterior aporta un toque de elegancia y de calidez que no ofrecen otro tipo de materiales. Una terraza, un porche o el perímetro de la piscina siempre tendrán un toque especial y diferenciador gracias la apariencia de la madera.

Sin embargo, también es cierto que, si la tarima de exterior es de madera natural, necesitará unos buenos cuidados y un correcto mantenimiento para que ni las inclemencias meteorológicas ni los rayos solares o la humedad deterioren su superficie. No es complicado, pero sí hay que ser constantes. Más sencillo, evidentemente, es el mantenimiento de la tarima si está fabricada en materiales sintéticos.

Cuidados básicos de la tarima de madera natural

El primer aspecto que debemos tener en cuenta es que no todas las maderas son iguales y que, dependiendo de las condiciones climatológicas, convendrá elegir unas u otras. El mejor consejo es dejarse guiar por el criterio de profesionales como los de Puertas Sancás, pero, en líneas generales, las que mejor aguantan a la intemperie son las maderas tropicales.

En lo que se refiere al mantenimiento de la tarima exterior de madera natural, siempre hay que seguir unas recomendaciones básicas:

– Se debe limpiar la tarima exterior con cierta frecuencia, pero empleando simplemente un paño húmedo.

– Es importante inspeccionar a fondo la superficie cada tres o cuatro meses. De esa manera se puede reparar cualquier pequeño arañazo o desperfecto antes de que vaya a más.

– Al menos una vez al año hay que aplicar un aceite específico para el tipo de madera. Es posible que sea necesario aplicarlo antes si la superficie de la tarima exterior presenta un aspecto apagado.

– Otra posibilidad es aplicar protectores acrílicos. Su mayor ventaja frente a los aceites es que contienen resinas y filtros solares, por lo que la tarima exterior resistirá mejor los rayos solares y también la humedad.

– Si hay signos de deterioro, antes de aplicar cualquier tratamiento anterior conviene lijar la madera, de esa manera se igualará la superficie y absorberá mejor los productos protectores.

– En el caso de maderas blandas, como puede ser la de pino, lo adecuado es aplicar un lasur, un barniz de poro abierto que deja respirar a la madera.

– Conviene no olvidar la aplicación de tratamientos antixilófagos para evitar el ataque de insectos que puedan degradar la tarima exterior.

En caso de que se haya descuidado el mantenimiento de la tarima exterior y esta muestre un gran deterioro, lo mejor es dejar el trabajo en manos de profesionales. Hoy en día hay técnicas y productos capaces de devolver la belleza incluso a las maderas más envejecidas.

Cuidados de la tarima sintética

Para aquellos que no tengan tiempo o, simplemente, no estén dispuestos a perderlo en tareas de mantenimiento, la mejor opción son las tarimas de exterior sintéticas. Estas son tan cálidas y estéticas como las de madera natural, pero mucho más sufridas porque soportan mejor las inclemencias y el sol y no sufren el ataque de insectos.

Aun así, este tipo de tarima de exterior también necesita de unos pequeños cuidados. Estos pasan, básicamente, por una limpieza con agua y jabón neutro, un buen aclarado y un secado posterior. Hay que tener mucho cuidado, eso sí, si se emplean hidrolimpiadoras, ya que pueden dañar la superficie. En caso de manchas resistentes, es mejor emplear un cepillo de cerdas suaves y pasarlo en sentido de la veta.

En Puertas Sancás te ofrecemos las mejores tarimas de exterior para que elijas la que más te guste: de madera natural o de PVC. Nuestros profesionales te pueden asesorar a la hora de decidir y aconsejarte sobre su mantenimiento.

Comments are closed.